El Caliri Special es un modelo único que, gracias a un diseño que incluyó un motor de avión, logró ser el primer auto en Sudamérica en superar los 200 kilómetros por hora, en 1935. A 90 años de este hito, el Museo del Automóvil EFO Racing, Arte y Ciencia está recreando este vehículo histórico para el automovilismo nacional. Y ha sido todo un desafío: El chasis y el motor debieron viajar casi 12 mil kilómetros.
Esta semana llegó a suelo chileno una carga especial: un chasis de 1929 y un motor de avión de 1930, ambos de la marca Rolls Royce. De una colección privada en Londres, ambas piezas viajaron por mar casi 12 mil kilómetros y luego por tierra del puerto de San Antonio a los talleres del Museo del Automóvil EFO Racing, Arte y Ciencia, en María Pinto.

“Estas dos partes son el corazón y la columna del Caliri Special y son lo único importado. Todo lo demás, será de fabricación nacional”, explica Iván Ortúzar, uno de los fundadores del museo y quien coordinó la compra y el traslado de las piezas, que significó una inversión de poco más de 70 millones de pesos. “No queríamos pasar sorpresas, por lo que contactamos a la empresa con mayor experiencia en logística automotriz”, agrega.
Greenwish Cargo fue la responsable de transportar las piezas. En los últimos años, la firma ha traído a Chile los principales autos de colección que están en el país: modelos Alfa Romeo, Lamborghini y de fórmula 1, por nombrar algunos. “Son vehículos valorizados sobre el millón de dólares, por lo que requieren de cuidados especiales para evitar cualquier daño, aunque sea un raspón”, explica Matías Baerwald, gerente general de la empresa.

En el caso del chasis y motor para el Caliri Special, las piezas debieron someterse a un proceso de extracción de todos los líquidos internos (como aceite o bencina, por ejemplo), para luego instalarse con un sistema de topes para evitar que vibraciones o cualquier tipo de movimientos genere daños en la maquinaria. “Fueron casi 40 días en el mar, por lo que es crítico que todo quede bien asegurado, en un container completamente hermético, que impida que entre humedad o salinidad”, explica Baerwald.

Ya en Chile, el proceso de fabricación demorará entre 10 a 12 meses. La exhibición del Caliri Special será el plato de fondo de la puesta en marcha de la segunda fase del museo, que actualmente cuenta con 30 modelos y que sumará otros 40 modelos, con el Caliri Special a la cabeza. “Es un espectáculo para la familia y que busca darle su merecido espacio a este auto que marcó la historia del automovilismo en Chile”, concluye Ortúzar.
