La prevención y la prudencia al volante, antes y durante los traslados, son claves para que nuestros viajes en vehículo sean seguros, tanto para nosotros como para los demás conductores y peatones en la vía.
El verano ya está aquí y son miles de autos que llenan las carreteras por vacaciones dando como resultado desplazamientos masivos donde el riesgo de un accidente aumenta considerablemente. Así lo destaca la Fundación Española para la Seguridad Vial, quienes alertan que, en el mundo, los incidentes de tránsito aumentan en verano uno punto seis veces respecto a otras estaciones del año.
¿Y Chile? Solo por mencionar un dato. En el último fin de semana de febrero de 2023, en el retorno de más de 200 mil vehículos a la Región Metropolitana se registraron doce personas fallecidas, de acuerdo a la estadística de Carabineros.
“El aumento del tráfico en carreteras, las condiciones climáticas, la fatiga y las conductas imprudentes son algunos de los factores que hacen de la conducción estival un ejercicio mucho más riesgoso que en otra época del año” comentan desde Reale Seguros.
Por ello y teniendo en cuanta estos antecedentes ¿Cómo podemos mejorar nuestra conducción a la hora de subirnos al auto? Desde la aseguradora nos entregan los siguientes consejos:
1.- Antes de iniciar el viaje, que todo esté en regla: “No hay que dejar ningún detalle del automóvil al azar. Primero, revisar si todos los documentos están en orden: permiso de circulación, SOAP, Licencia de conducir y Seguro voluntario de daños y responsabilidad civil al día. Esto, aunque parezca lógico, le permitirá circular de forma autorizada, pero también reducir la tensión en caso de incumplimiento”.
2.- Revisar los elementos de seguridad obligatorios: Es recomendable hacer una revisión previa. Todo dependerá de las características de la ruta y la distancia que recorreremos. Un viaje al litoral central desde Santiago tomará en promedio menos de 200 kilómetros, pero a Chiloé, por ejemplo, más de mil kilómetros”. Por esto debemos revisar siempre tener en buen estado la Gata, los triángulos, el chaleco reflectante, el extintor, un botiquín y guantes en buen estado para poder utilizarlos en caso de necesidad.
3.- Neumáticos: “Si están gastados y cumplieron el kilometraje definido por el fabricante, es momento de cambiarlos. Si no es así, no viene mal una inspección visual en busca de eventuales imperfecciones o elementos externos que puedan derivar en un pinchazo. La presión de inflado – recomendada por el fabricante que la puedes encontrar en el manual del auto- es otro parámetro crítico, no solo por temas de seguridad, sino también por rendimiento”
4.-Niveles de líquidos: Idealmente cambiar aceite si está cerca de los 10 mil kilómetros desde el último realizado. Líquido de frenos, refrigerante y el de limpiaparabrisas deben estar en los niveles óptimos
5.-Al interior del automóvil: Es necesario que al interior del automóvil vayamos livianos y frescos, con los cinturones de seguridad en buen estado y sin elementos distractores o que bloqueen la visibilidad”.
Por último, pero no menos importante, considerar que, un estudio de Conaset demostró que acelerar de más solo servirá para gastar más combustible, desgastar el auto y aumentar la probabilidad de accidentes. “La ganancia de tiempo es casi irrelevante: si conduce a 100 kilómetros por hora y sube a 120 kilómetros por hora, apenas ganará 23 segundos cada diez kilómetros. Es decir, en un viaje de 200 kilómetros, menos de cinco minutos”, puntualizan los expertos.
Ya lo sabes, ¡maneja con precaución este verano 2024 y evita accidentes!